miércoles, enero 02, 2013

Morir un poco





Sin piedad
se crecen la noche
las ausencias,
una lágrima furtiva,
el deseo acurrucado;
se crecen los días
las preguntas,
la selva estentórea
un ansia inexorable;
se crecen perversos
los decantes,
se horadan hasta
las magnas piedras;
se crece un sol secante,
y matan la sed,
la incertidumbre;
en el silencio
que no acaba
desfallecen los olivos;
es la piel
trama de dudas,
ciñe los ojos arrasados;
muere la Sirena
en la jaula
donde canta
su tristeza;
Mar-yo declina
y se enturbia
en el ocaso;
se quiebran
la razón y
las palabras
en estrujantes
pensamientos.
¿Dónde están
Sus ojos
Sus ansias
Sus aromas?
¿Dónde
Su pecho?
¿Dónde
Su cintura-ancla,
Su luz
agua de luna,
su sudor
ofrenda
del naranjo?
Sara Elena@


3 comentarios:

El inmenso mar de la melancolia dijo...

""toc, toc"" ¿Puedo pasar, Sarita? En este poema siento lo denso de tu melancolía,lo árido y sinuso de los caminos que no solo recorren tu cuerpo, sino el alma. Grito:¡ Me desangro, me debilito, el alma se desvanece!. En este mundo donde la utopía nos permite sobrevivir, dar un respiro. ¿Por qué estamos tan lejos? Me desespero, a veces quisiera palparte con la mirada, en este frío recuerdo de lo que he sido: Un vagabundo, lleno de temores, de soledad, de sentirte defraudado, en esta cloaca llamada "vida" Somos seres solitarios y no tenemos fronteras, no tenemos un momento de tranquilidad. Aún así vivimos, en el trabajo, en la poesía, en los viajes, en cada momento de nuestra existencia. Tu poema me rememora el Suicida, de Jorge Luis Borges; Alejandrra y Martín en Sobre Héroes y Tumbas, de Ernesto Sabato. La tristeza de sus personajes que viajan por la patagonía, lejos, lejos, donde tú y yo conocemos los extremos de una cruda existencialidad. Je taime, Sarita. Te recuerdo y siempre te recordaré...

El inmenso mar de la melancolia dijo...

¡¡¡¡Sabes qué?!!!! Quisiera encontrarte y ... emocionado, abrir mis manos y de ellas brotar la música que se forje en lo profundo del corazón: Caruzo,¿ "Adónde va nuestro Amor"? concierto para una sola voz, entonces caminar contigo por los grandes d bosques de Argentina cerca de la patagonía, y entonces escribir: Dos almas se han encontrado,pues gravitaban por lejanos espacios, alli va el Pepe, satisfecho, entero, como nunca en sus casi 50 años de vida se le había visto. Camina, camina y se siento halagado por tu personalidad, por tu alma, allí vamos, porque las almas se unen en las órbitas de la utopía. Siempre, siempre presente Sarita, mi gran amiga, mi gran amiga... Tan cerca de ti cuando veo Paris- Tejas, de Wim Wenders.

la MaLquEridA dijo...

Sara Elena que bonito escribe usted. le felicito.