sábado, septiembre 19, 2009

Palabras desordenadas


En estos días estoy un poco desordenada, obnubilada, lejos y cerca de todo, con la razón algo extraviada; perdonen pues, que pase de una cosa a otra y estas digresiones...
Pues sí, viene ya el final del Ramadán y yo me comporté más mal que nunca... Ni siquiera me siento digna de hablar del camino Sufi, de mi Maestro -que ya no me querría conocer- del ayuno, del perdón, cuando he llevado semanas embebida en el hedonismo, en el de la nostalgia, en el del amor que aunque existe no está...

Rosa mi vientre,
pétalos que se abren
en sus manos...
Noche en mi sexo,
penetra su mirada
flor del desierto...

Sara Elena.

Les comparto una foto de la Sierra de Durango, donde pasé unos días de trabajo espléndidos pero en terribles condiciones. En la zona llamada "El Mezquital", una de las de menor índice de desarrollo humano, inaccesibles y marginadas de México, se asienta tanto población mestiza como indígenas o'dam (mejor conocidos como tepehuanos) y wírrárikas (huicholes), que a la par que sus historias, costumbres y tradiciones comparten también su fuerza, su generosidad y la pobreza...

Inshallah pronto tengamos la capacidad de recomponer nuestro tejido y la cohesión social, y logremos pensar, luchar y dejar nuestra zona de confort para vivir en un mundo donde quepan muchos mundos... como dijo un personaje ilustre de estos lares.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Preciosa mujer que no veo, ya se extrañaban tus escritos y tu presencia aun cuando no son ni siquiera un pálido reflejo de lo linda que eres.

Te sigo.

Damián dijo...

¿No cabe en tanta tristeza un poquito de experanza?
Inshallah...

ISABEL TEJERA CARRETERO dijo...

Puedo entender que andes dispersa, cuando se toca de cerca según que realidades lo que nos rodea se tambalea y percibimos que de nada nos quejamos. La fotografía del lugar es preciosa .
Un abrazo

Anónimo dijo...

No sólo las palabras se desordenan para nuestra desgracia. También los sentimientos, las emociones, cada una de nuestras vidas. Yo necesito un poco de orden en mis días, un poco de paz para el espíritu. Ojalá llegue pronto la calma. Un beso, niña. Cuídate. Ya terminé mi historia.

Anónimo dijo...

Que preciosas imágenes nos brinda nuestra madre naturaleza y que poco sabemos apreciarlas.....
No te tortures demasiado, muchos somos los que andamos descolocados y siempre a trompicones en este camino de la imperfección....Muchos los que nos apoltronamos en la política del bienestar y andamos ciegos entre las penurias de nuestros hermanos....Pero ya se sabe que mal de muchos consuelo de tontos.....y tenemos que poner toda nuestra alma en el empeño de dejar atrás toda esa tontería...
En ello andamos, compañera...cayendo y levantándonos en la tortuosa senda....
Apoyémonos unos en los otros para hacerla más llevadera....Salàam.

Isabel dijo...

Hola
Veo que no hay nada nuevo asi que te dejo un abrazo