domingo, octubre 05, 2008

Remembranzas


Nolta una madrugada…

Estoy sola, en medio de una oscuridad solamente iluminada por la tenue luz del incienso que respira en las cuatro esquinas de la tumba del Maestro. Apenas logro ver el rojo y dorado manto que la cubre. En este silencio sólo se escucha el pasar de las cuentas de un Tashbi. A través del hermoso labrado tipo árabe de la ventana de la urna distingo la silueta del hombre vestido de blanco y sentado sobre sus pies que las recorre lentamente. Son las tres y media de la mañana y aunque me invade una sensación de sueño y cansancio inmensos, al tiempo aspiro este dulce aire de soledad y de misterio, de devoción y amor; es mágico, casi puedo sentir cómo una paz entrañable viene de algún sitio y se instala dentro de mí. Y es que después de una jornada agotadora: viaje aéreo muy temprano, carretera hacia Shatkira, visita a comunidades, el insólito y audaz recorrido por carretera en la chirriante tabla jalada por una vieja bicicleta, los cantos y el llamado a la oración en el aire, las mujeres curiosas y amistosas, los continuos rezos o Salat, la ceremonia en la urna con Mama llorando y tomándonos las manos ante Khan Bahadur Ahsanullah, esto constituye el corolario justo, la meditación de madrugada que, según refieren, era la preferida del Maestro. Algunos minutos antes de este encuentro espiritual, Ehsan había tocado a mi puerta para que hiciera el Whudu y lo acompañara, caminando en silencio bajo una esplendente luna llena, hasta la tumba. Mama y otros hombres han venido también para, sigilosamente, abrir el recinto, encender el incienso, ofrecer algún tipo de oración cuyo sentido, para variar, no he entendido, hacerme entrar y después de algunas apresuradas instrucciones –quédate aquí dentro, tranquila, y ora en silencio lo que tú quieras y sientas, detrás de la puerta esperaremos-, dejarme sola.

Percibo un entorno sutil, tenue y hermoso; los demás permanecen afuera, esparcidos alrededor del pequeño mausoleo en sus propias oraciones. Aunque no estoy segura de lo que debo hacer, me dejo llevar por el ambiente, me coloco en postura y simplemente me concentro en mis propias sensaciones, oro, hablo con el Maestro, reflexiono sobre el hecho de estar aquí, en esta circunstancia. Momento de comprensión...

Al cabo de tal vez una hora y media, empieza a amanecer, vienen entonces por mí para que regrese a mi habitación y descanse otro poco. No hay palabras de más, sólo una clara intención por hacerme sentir tranquila y atendida, por penetrar mi corazón.

PD: La foto es de la urna del Maestro, en Nolta, Bangladesh, y es mía ⓒ

6 comentarios:

J.C. dijo...

Durante una secion de M.T. en El C.C. Peruano Japones. Cuando era niño, senti algo similar, como una especie de union con el entorno, muy diferente a como me siento ahora, que tengo la sensación de ser ajeno a casi todo. Pero se que eso se debe, a que me falta compenetrar conmigo mismo. O la verdad no estoy seguro, estoy con tantas confuciones.

UN gusto pasar por aqui. Hasta luego.

El inmenso mar de la melancolia dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
El inmenso mar de la melancolia dijo...

¿Has viajado, amiga? Què interesante y bonito.
Saludos muy afectuosos.

ChAnd dijo...

J.C. Realmente uno es capaz de experimentar esto por diferentes experiencias y caminos... Al igual que tú, yo lo sentí de manera intensa muy joven y después lo eché de mi vida; fue años después que seguí el camino de la meditación y la reflexión, y entonces la sensación vino de nuevo, pero de modo más consciente... Finalmente, como lo dicen muchas religiones y escuelas de desarrollo espiritual, el reflexionar sobre la maravilla de lo creado y sobre ti en ese contexto, te acerca a la inmensidad... a la unidad...

¡Salud amigo! De las confusiones siempre sale algo bueno... si sabes esperar y empezar a desbrozar lo que piensas y sientes, con paciencia.

Un abrazo.

ChAnd dijo...

Querido amigo ahora en La Nada... un gusto volverte a tener por aquí.

He viajado un poco gracias a mi trabajo, ¡de otro modo jamás lo hubiera logrado! y sí, es una experiencia que no cambio por nada...

Ya te veo por allá. Un abrazo.

Anónimo dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.