¡Ah los dedos
nuestros!
profanan templos
y jardines,
cuidan, regocijan
alzan olas;
se detienen:
saudade inmensa
rompe ritmos;
ábrego Su letra
y voz Su cuerpo,
ojos tan ansiados,
sensu lato
que me llama
al territorio
de sudores
y de abismos;
pétalos
que consienten
Sus yemas
que resbalan;
cráter
que convoca
desvariados sortilegios
pintados de amor
indescifrable
apenas
al toque
de Sus manos;
Barco
Hombre de barro
arremetiendo
en la plenitud
de mis caderas,
breves cimas,
lunas insaciables,
muslos acerados;
dulce sombra
del deseo
aguja que lenta
me atraviesa;
diluvio
me vuelco
entre lavandas@
Sara Elena.
4 comentarios:
Sara te llamas, que hermosa cadencia conlleva este texto! corre acelerado como el acto que describe!
Te sigo siempre.
Sarita, las lavandas son flores calmantes y aromaticas que dan paz y dulzura a quien las usa, si vos llueves lavanda imagino asi sera con todo y erotismo!
Un abrazo!
Sarita,migran amiga,mi recurso himano tan valioso para un ser como lo soy. Te envìo de todo corazòn un saludo del tamaño del universo.
Sara me gusta tu nombre
un gusto leerte nuevamente
regreso y retoma la cadencia del tiempo y a los amigos y sus escritos
que siempre estoy pendiente
tal como los tuyos
un abrazo inmenso y gracias por estar,
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