sábado, julio 25, 2009

Para esta Saudade...

Vuelvo de un viaje.. viaje intenso e inmenso, divertido, cuestionador, sorpresivo, alegre, triste, enriquecedor, hermoso... Ahora tengo una melancolía... "melancolía agradable" diría alguien que recién conocí en Sevilla...

¡Ay qué Saudade!

Costa de calma
lenta sube la luna
rezuma luz.

Línea de agua
Tarragona a lo lejos
se abre a la luna.

El jardín quieto
tristes labios se rozan
tiembla una hoja.

Y la Luna... la Luna se hizo al agua del mar, gotas de alma, milagro del tiempo...

Sara Elena.

6 comentarios:

Carlos Sotomayor dijo...

Sarita que agradable leerte de nuevo melancolica como vos eres pero tambien imagino tu sonrisa con la que prodigas a todos. Quiero ir pronto a Mexico solo para mirarte unos momentos y escuchar tu voz y reflexiones.

Hermosos haikus con la metrica como se debe y que me hacen pensar en momentos que yo quisiera compartir contigo chola!

Anónimo dijo...

Los viajes son ejercicios de exploración y de percepción para los sentidos y el espíritu.....El viajero no debe ser como una maleta, sinó como una esponja que se nutre de lo vivido y una vez saciado, deja él mismo parte de su alma a cambio....La saudade es el precio a pagar por los dones recibidos......
Biquiños agarimosos dende ás Rias Baixas. (Besitos cariñosos desde las Rias Bajas)

Anónimo dijo...

¿Estuviste en España?, ¿en mi querida Andalucía? Espero que lo pasaras muy bien. A mí viajar me encanta. Me abre la mente. Es de las cosas que mejor me hacen sentir. Un beso muy grande y gracias por felicitarme por la boda de mi hermano. Cuídate.

Anónimo dijo...

Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca

debes rogar que el viaje sea largo,

lleno de peripecias, lleno de experiencias.

No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,

ni la cólera del airado Posidón.

Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta

si tu pensamiento es elevado, si una exquisita

emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.

Los lestrigones y los cíclopes

y el feroz Posidón no podrán encontrarte

si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,

si tu alma no los conjura ante ti.

Debes rogar que el viaje sea largo,

que sean muchos los días de verano;

que te vean arribar con gozo, alegremente,

a puertos que tú antes ignorabas.

Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,

y comprar unas bellas mercancías:

madreperlas, coral, ébano, y ámbar,

y perfumes placenteros de mil clases.

Acude a muchas ciudades del Egipto

para aprender, y aprender de quienes saben.

Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:

llegar allí, he aquí tu destino.

Mas no hagas con prisas tu camino;

mejor será que dure muchos años,

y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,

rico de cuanto habrás ganado en el camino.

No has de esperar que Ítaca te enriquezca:

Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.

Sin ellas, jamás habrías partido;

mas no tiene otra cosa que ofrecerte.

Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.

Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,

sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.

ChAnd dijo...

Carlos, ya nos ponemos de acuerdo cuando vengas, espero que sea pronto, ¿en octubre como casi todos los años?

ML, amigo, me dio much´sismo gusto verte esvribiendo de nuevo tus divertidísimas anécdotas... Gracias por venir aquí. Y sí, es el precio... lo pago con gusto pero también con melancolía... ¡Que le voy a hacer!

Alatistre, poeta, sí, estuve por allá, en tu Andalucía del alma que me colmó de regalos de vida... ¡Gracias!

ChAnd dijo...

Anónimo querido... ¿Serás quien pienso? Si es así... quiero decirte que celebro haber compartido este poema personalmente, juntos, y haber tenido la oportunidad de hacer realidad instantes tan bellos y enriquecedores del camino... Esperaré que la vida nos de más mucho más el espacio de encontrarnos y andar...