Pasan los días... y lo que me quedo esperando...
Húmedo amanecer
en sus brazos,
atravesada por
inquietantes palabras,
los susurros encienden
la espera
del ardor de las brasas,
de la opresión de su vientre
y de frescas ciruelas.
A llegar
la noche ambarina
de otoño,
entre las sábanas
y su calor dilatado
mi piel desnuda
se derrite
ansiosa del agua,
entregada a sus labios...@
Sara Elena.
3 comentarios:
Chand, casi te pierdo esta vez, pero aquí estoy nuevamente, extasiado con tus palabras.
Brasas que sobreviven al agua/
humedad que quema/
vivir del calor húmedo
del amor
Sarita, que en lugar de esperar te espero cuando quieras venir vos ya lo sabes. Que hermoso poema tiene un ritmo fabuloso y una fuerza que crea espuma! chola!
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