domingo, noviembre 23, 2008

Apegos

¡Qué difícil volver atrás sobre los propios pasos, sobre la memoria más allá del cuerpo! Estos días, instantes eternos en los que extraño tanto Bangladesh... canto a mi querido país de agua; a su fuerza espiritual; a sus días cálidos y calmos enmedio de sus ciudades atestadas; a las madrugadas frías en oración; a los caminos esplendentes de verdor; a los gritos, protestas y tumultos en las calles; a las mujeres y las niñas que siembran, crían y viven con devoción y con preguntas y verdades que asoman en sus ojos; a sus músicos y poetas de alma límpida y profunda; a su primavera transparente...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Sarita un corazon sensible a veces añora ama y sufre sin motivos, mira que quien pudiera retenerte como lo hace Bangladesh!

Un abrazo cholita

El inmenso mar de la melancolia dijo...

Sara, tengo un corazòn grande, como para que pernoctes en el, cuando tu lo decidas.

Llevo muchos recuerdo, como buen guerrero que he sido en la vida.

Un abrazo

Anónimo dijo...

He venido a volver a disfrutar de tu espacio y me he encontrado la esencia de la añoranza.
Estuviste en Bangladesh? Algún dia tienes que contarme...
Un beso

ChAnd dijo...

Carlos, gracias por la visita que hasta ahora respondo.Pues... ¿qué te digo? el corazón va y viene, pero irremediablemente, siempre, vuelve a Bangaldesh... Saludos.

ChAnd dijo...

Amigo José, lo sé, sé que tu corazón es muy muy grande, y cuando te visito, y cuando vienes por aquí, y cuando escribes, ¡claro que me alberga!

También sé lo de los recuerdos... inclúyeme en ellos y en tu tiempo presente por favor.

Un abrazo afectuoso.

ChAnd dijo...

Amigo Damián, mi Capitán, me alegra siempre verte por aquí. ¡Por supuesto! me encantaría contarte, hay mucho que decir...

Besos.